
Sacacorchos eléctrico
Un sacacorchos es un utensilio compuesto por una espiral metálica unida a un mango, inventado para extraer los tapones de corcho de las botellas de vino.
Se fabrican con materiales diversos como la madera o el metal o los plásticos pero la espiral siempre es de acero.
Historia
La primera muestra del sacacorchos se remonta al siglo XVII en Inglaterra.
Los primeros, se utilizaron hace 400 años.
La primera patente fue la de Samuel Henshall en 1795.
Durante el siglo XVIII, se hizo habitual cerrar las botellas con un corcho.
Fue entonces cuando este invento se hizo indispensable.
La patente de Henshall tenía una forma de “T”.
En el siglo XVIII, aparece la botella cilíndrica, que conocemos hoy en día, y el corcho es ideal para cerrarla.
Se hace a la medida de la boca de la botella para que encaje perfectamente y así no derramar ningún líquido y facilitando el almacenamiento horizontal.
En el año 1802, Edward Thompson diseña un sacacorchos con anillo metálico que se apoya en la boca de la botella y con un tornillo sin fin sobre el que sobresale la espiral, que perfora el corcho lo saca de la botella.
Durante el siglo XIX, este modelo fue evolucionando hasta el sacacorchos que conocemos hoy en día.
Al final del siglo XIX, el alemán Carl Wienke inventó el de palanca, conocido hoy en día como de camarero.
En 1930,el estadounidense Dominick Rosati obtiene la patente del sacacorchos de alas.
El también estadounidense Herbert Allen, prolífico inventor de herramientas para la industria petrolera y repuestos para motores a reacción, inventa en 1979 el “Screwpull”, a petición de su esposa que no conseguía abrir una botella de vino sin romper el corcho.
Herbert Allen creó la marca “Screwpull” muy reconocida hoy en día.
Los últimos modelos inventados son los sacacorchos eléctricos.
El sacacorchos español
En 1905, Manuel Barrenechea, Bernardo Olañeta y Vicente Juaristi fundaron la empresa BOJ, consagrada a la fabricación de hebillas de cinturón y punzones entre otros productos.
El hijo de Bernardo, David Olañeta, diseña en 1932 el sacacorchos con alas, con dos engranajes que hacen girar a la espiral descorchando así la botella.
Se trata de la patente con nomenclatura :
“Sacacorchos 502-E, de doble palanca y espiga fresada”.
Sus dos remaches que simulan los grandes ojos de las rapaces nocturnas, hizo que fuera conocido como “el buho”, nombre con el que se hizo muy popular.
En 1959, Olañeta también diseñó el sacacorchos de pared, pensado para las sidrerías del norte de España.