
Leonardo Da Vinci
Leonardo da Vinci nace en la villa toscana de Vinci (Italia), en el año 1452.
Hijo de Caterina (campesina) y de Ser Piero (notario).
Desde muy pequeño ya dibujaba animales mitológicos de su propia invención, inspirado en el entorno en el que creció.
Consciente de su talento, su padre le inscribió como aprendiz en el taller de Andrea del Verrocchio en Florencia.
Seis años tuvo que pasar aprendiendo en el gremio de pintores para ser reconocido como artista, y en ese tiempo aprendió la técnica y mecánica de la creación artística, pintura y escultura.
El joven discípulo no tardó en superar al maestro, y con él utilizó por primera vez la novedosa técnica de pintura al óleo.
Traslado a Milán
A los treinta años cambió de ciudad, y en 1482, se presentó ante Ludovico Sforza en Milán, y allí pasó diecisiete años como pintor e ingeniero militar.
Allí desarrolló sus proyectos de mecánica, hidráulica, arquitectura, pintura y escultura.

En Milán, entabló amistad con el matemático Luca Pacioli, quién ilustrado por Leonardo concluyó, en 1496, su tratado de “La Divina Proporción“.
El dibujo se convirtió en el instrumento ideal para su método didáctico, por el cual el texto de sus apuntes eran los que explicaban el dibujo.
En la década de 1490, comenzó una serie de tratados inconclusos, recopilados en el “Codex Atlanticus“, en el que se incluían trabajos sobre pintura, mecánica, anatomía, arquitectura, geografía, botánica, hidráulica y aerodinámica; fundiendo el arte con la ciencia.
En esa época le acompañan varios fieles aprendices, y es también, la época en la que pintaría el mural de “La Última Cena“, la cual se convertiría en su definitiva consagración pictórica.

Un año en Venecia
En 1499, Leonardo da Vinci viajó a Venecia, donde le contrataron como ingeniero militar, y en poco tiempo diseñó un submarino individual, barcos con doble casco y artillería con proyectiles de acción retardada; pero la falta de tiempo e inversión convirtieron los diseños en bocetos.

En primavera del año 1500, Leonardo regresa a Florencia y ya es reconocido como uno de los mayores maestros de Italia.
La cumbre de esta etapa es el retrato de Madonna Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo; de ahí el cuadro es reconocido como “La Gioconda” o “La Mona Lisa“.

En 1506, Leonardo da Vinci regresa a Milán, allí se interesa por los estudios científicos: en disección de cadáveres, sobre los que dibuja la estructura y funcionamiento del cuerpo humano; en observaciones del vuelo de los pájaros, con la idea de que el hombre también podía volar ( de aquí surge su visión del helicóptero).

Para 1513, se marcha a Roma donde vive una época tranquila, dibujando mapas y estudiando antiguos monumentos romanos.
Y en 1516, viaja a Francia y pasa sus últimos años como el primer pintor, arquitecto y mecánico del rey Francisco I de Francia.
En sus últimos días redacta las páginas de su “Tratado de la pintura“, inacabado.
El 2 de mayo de 1519 muere en Cloux, Francia, y sus pertenencias vuelven a Italia.
Las máquinas de Leonardo
Leonardo da Vinci inventó y desarrolló múltiples maquinas:
Para volar: como el tornillo aéreo, el ala artificial, la máquina voladora o las alas mecánicas.
Bélicas: como la espingarda, ametralladoras, carros con guadañas, carro de combate, catapulta, bombarda múltiple, …
Hidráulicas: como la sierra hidráulica, barco de palas, draga o el puente giratorio.
De trabajo: como la muela para espejos cóncavos, máquina de movimiento alterno, máquina para entallar limas o la grúa excavadora de canales.
Escénicas: como la teatral para “Orfeo” y el automóvil teatral.
Y además, instrumentos musicales: como el tambor mecánico, lira en forma de cráneo o la piano-viola automática.
También inventó un odómetro, el tórculo de imprenta y el compás de varillas.
Leonardo da Vinci era un genio en todas las artes.